Estrategia digital de salud, 6 pasos a considerar
La tecnología digital ya forma parte de nuestra vida, uno de sus objetivos dentro de la industria sanitaria es acercar y mejorar el acceso a la salud de la población en general. Para ello es necesario seguir algunos parámetros y conocer ciertos conceptos Te contamos más en esta nota.
Qué es salud digital
De acuerdo a la guía de intervención digital en programas de salud, desarrollada por la OMS, la salud digital se define como: “la aplicación sistemática de tecnologías de información, comunicación y datos que apoyen a los profesionales de la salud en la toma informada de decisiones”
En consecuencia, su aplicación práctica está en todos los softwares, plataformas y canales desarrollados para entregar contenidos de salud o ejecutar intervenciones médicas digitales.
Qué es una estrategia digital de salud
Es un plan general que describe una serie de acciones de alto impacto, que se requieren para cumplir las metas del sistema de salud. Esto implica trabajar nuevas formas de relación y contacto entre pacientes y médicos, así como en la aplicación de métodos de control y monitoreo remoto.
Mecanismos y aparatos están basados en el internet de las cosas, que en palabras simples es un sistema de objetos conectados a internet, encargados de recolectar y transferir datos a través de la red sin intervención humana.
La aplicación de internet of things se encuentra en los dispositivos móviles. Las apps que miden tus pasos, ritmo cardíaco o presión arterial a través de un reloj colocado en la muñeca o del celular en el bolsillo son ejemplo de ello; WhatsApp, Telegram, Messenger y otros sistemas de mensajería y comunicación, también lo son.
Qué se necesita para implementar una estrategia digital de salud
Primero, identificar los principales problemas y objetivos a resolver y concretar en el sector sanitario: saturación de centros médicos, duplicación o escasez de turnos, mejoras en el seguimiento médico, implementación de canales de comunicación adecuados y suficientes, entre otras cuestiones relevantes.
Segundo, definir roles y funciones claras dentro de las instituciones prestadoras de servicios médicos. Esto optimizará el tiempo y recursos destinados a actividades operativas y facilitará la identificación de problemas dentro de los flujos de trabajo.
Tercero, invertir en tecnología adecuada, desarrollada para tareas específicas como el fortalecimiento y automatización de la comunicación entre médicos y pacientes, así como de los procesos operativos, por medio de plataformas sólidas, que sinteticen estas actividades y sean capaces de integrarse a sitios web y otras redes de contacto.
Cuarto, diseñar soluciones tecnológicas y herramientas con los usuarios. Quien mejor que un paciente de cualquier sistema de salud para explicar sus necesidades, prioridades e inconvenientes en la búsqueda de atención médica y servicios generales de salud.
Quinto, acudir a las partes interesadas o stakeholders especializados en el desarrollo de softwares enfocados en soluciones de contactabilidad y digitalización de procesos generales en salud.
Sexto, articular acciones conjuntas entre el gobierno y el sector privado que faciliten el acceso a estas tecnologías a los sectores menos favorecidos, Esto implica el fortalecimiento de la infraestructura tecnológica y adquisición de herramientas adecuadas que permitan usarlo.
En definitiva, la implementación de entornos digitales de salud requiere, en palabras de la OMS, el desarrollo de un entendimiento común de las necesidades y metas de los programas de salud regionales y el desarrollo de herramientas modificables y adaptables a situaciones específicas.